viernes, 19 de agosto de 2011

DIFERENTES TIPOS DE INTELIGENCIA Y LA PERSONALIDAD




Antes solía hablarse de grandes inteligencias, ya que el funcionamiento de la mente era un campo de la ciencia poco explorado. Sin embargo el avance y nuevos descubrimientos de las ciencias cognitivas ha logrado que los especialistas puedan hablar hoy de muchos tipos de inteligencia y es que como todos los fenómenos psíquicos la inteligencia se relaciona inseparablemente con todas las particularidades de la personalidad, que se forma bajo las influencias de las condiciones de vida, de trabajo, de estudio lo que se fija y se recuerda en el cerebro (memoria). 

La rapidez con que se fija, la seguridad con que se guarda en la memoria y la facilidad con que se recuerda y se reconoce depende en gran parte de las necesidades e intereses del individuo, de sus costumbres y tendencias, de lo que él considera importante y valioso, de la actitud que tiene hacia los objetos y fenómenos de la realidad, es decir de todas las particularidades de la personalidad; todo esto determina el tipo de inteligencia que se tenga; lo importante es descubrir cuál tenemos nosotros para usarla de mejor y más provechosa manera.

Los que tienen más desarrollada la inteligencia de tipo visual reproducen con facilidad las formas y colores o pueden repetir al revés o en otro orden una serie de números aprendidos de memoria. Aprenden una lección escribiéndola o mirando con atención y fijeza la página u objeto que le interesa.

Los de inteligencia auditiva retienen con preferencia sonidos y ruidos: el timbre de voz de una persona, los sonidos más que las imágenes visuales; aprovechan más las explicaciones del profesor o aprenden leyendo en voz alta las lecciones.

El tipo de inteligencia motora se caracteriza porque sus representaciones provienen de los órganos vocales. Se llama también de tipo cinético o verbo motor. El que tiene esta inteligencia necesita pronunciar ya sea en voz alta o en voz baja lo que quiere aprender. El tipo motor conserva las imágenes de los movimientos, tanto que no pueden representarse uno de ellos sin reproducirlo interiormente. Si alguien con este tipo de inteligencia piensa en una danza, enseguida contraerá los músculos como si estuviera bailando.

Pero a más de estos tipos puros de inteligencia hay otros que se denominan mixtos, es decir aquellos que en su vida tienen preferencia por uno o más territorios sensoriales sin excluir por ello elementos correspondientes a las demás zonas sensoriales. Se distinguen así en la práctica el Visual-Motor y el Auditivo-Motor. En general puede decirse que en muchos individuos predominan, por un lado las imágenes acústico-motoras para las palabras y, de otro lado, las imágenes visuales para los objetos.

Estas diferencias individuales dependen directamente del tipo de actividad del sujeto, que es la que determina la utilización preferente de uno u otro analizador. Depende del entrenamiento, del aprendizaje de técnicas, y pueden cambiarse y desarrollarse al mismo tiempo que la actividad del sujeto con toda probabilidad de éxito.

Conociendo estas particularidades podemos descubrir los lados débiles, los desarrollados insuficientemente y por medio de un entrenamiento sistemático acostumbrarlos a utilizar variados tipos de inteligencia. Así entonces, el objeto de cualquier aprendizaje que se quiera debe ser el desarrollo multilateral de la inteligencia, con los dos sistemas de señales y con la intervención de algunos analizadores; esto se da por las diferentes funciones que realizan los dos hemisferios del cerebro.