Parte 2
Cómo pensamos
En esta entrega, veremos la forma como se manifiesta nuestro pensamiento, tanto para el estudio, como en cualquier área de nuestra vida.
El pensamiento es una
herramienta, y por lo tanto podemos aprender a usarlo acertadamente si
practicamos; antes de ocuparnos de lo que pensamos debemos fijarnos en cómo
pensamos y cómo utilizamos la herramienta principal del estudio, o la creación consciente de prosperidad , para producir conocimiento, para inventar, para conseguir el éxito en todas las áreas de nuestra vida, que es
precisamente el pensamiento.
Ahora bien, a veces (por no decir casi siempre, lamentablemente) nuestro pensamiento no se ubica en las ideas importantes que nos permitirán triunfar; por el contrario, se ve atacado por otras distracciones que nos
vuelven difícil retener lo que estudiamos. Esas distracciones pueden ser de
diferente orden, y así mismo pueden tener mayor o menor intensidad, pero
siempre afectarán la manera cómo pensamos. Para ello se deben establecer
ciertos parámetros: el primero es saber resolver una situación personal que afecte nuestro pensamiento; con esto lograremos un equilibrio emocional, que es
el segundo paso para empezar a estudiar con eficacia.
Otro elemento distractor es el
hipercriticismo, o sea cuando lo criticamos todo de manera negativa, sin
observar lo positivo de las situaciones o circunstancias; entonces nos es
imprescindible saber discernir objetivamente nuestra crítica. Luego es
necesario establecer un orden de prioridades (¿qué es lo que realmente quiero conseguir con mi pensamiento? ¿Para qué deseo pensar de determinada forma? ¿Qué conseguiré mejorando mi patrón de pensamiento?, etc).
Desarrollar la capacidad para adaptarnos a las nuevas situaciones, es el quinto paso para
aplicar correctamente las técnicas de estudio y programación mental a través del pensamiento consciente.
Para obtener resultados alagadores y alentadores se requiere pensar con eficiencia y eficacia; hay que
poner atención en lo que se está estudiando (cualquiera sea la información, interna o externa), toda vez que la atención es un factor
significativo del aprendizaje y de la eliminación de bloqueos porque sin ella los pensamientos claros, los
sentimientos expresos y voliciones deliberadas son imposibles. Cuando se atiende
de manera consciente a algo, se percata más agudamente de ese algo y, aparte de
ese objeto que se considera, todos los demás salen en mayor o menor grado del
ámbito de la conciencia.
La atención puede definirse como
la dirección de las facultades cognoscitivas hacia un objeto o grupo de
objetos, o hacia un pensamiento, o hacia una actividad, con exclusión más o
menos total de las demás. Como hemos visto anteriormente, de ordinario una
persona tiene conciencia, en un momento dado, de cierto número de cosas, pero
piensa más vívida y claramente en una de ellas o en un grupo. En la conciencia,
algunos objetos están meramente presentes, otros son algo más definidos y el
individuo es vagamente consciente de ellos.
La Atención.- La intensificación consciente del pensamiento sobre un objeto se denomina atención; esta implica
una aplicación especial de la mente a un objeto o grupo de objetos entre varios
que se le presentan de modo simultáneo. A consecuencia de dicha aplicación,
llega a su conocimiento de forma más clara, distinta y vívidamente.
Entonces para estudiar y aprender efectivamente, de manera tal que podamos reestructurar nuestro conocimiento, nuestras creencias, hay que poner atención en lo que estamos pensando, cómo lo estamos haciendo, qué sentimos con esos pensamientos: ¿son positivos o negativos? ¿aceptan o niegan el nuevo conocimiento?. Esto te permite dilucidar y escoger aquellos pensamientos que te hacen vibrar armoniosamente; así el trabajo intelectual que realices será mucho más productivo y motivador.
De ahí que aprender a pensar, consciente y subconscientemente en forma coordinada y armónica, es fundamental para emprender un cambio en tus paradigmas limitantes, porque como dice Morris Goodman "El hombre se convierte en lo que piensa".