lunes, 18 de abril de 2011

LA EDUCACIÓN, FACTOR FUNDAMENTAL EN LA TOMA DE CONCIENCIA DE LOS SECTORES POPULARES

La Real Academia de la Lengua define a la educación como: “…la crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y jóvenes”. Al referirse a la crianza lo hace al desarrollo de las aptitudes y habilidades físicas; la doctrina, en tanto, toma en consideración al desarrollo de las aptitudes morales, espirituales y éticas del educando. De acuerdo a esta concepción, la educación tendría como ideal desarrollar en el ser humano, en forma integral y armónica, todas sus capacidades físicas, intelectuales y morales.
 
Fernando de Azevedo dice que la educación “se distingue de los otros hechos sociales por su función específica, que consiste en un proceso de transmisión de las tradiciones o de la cultura de un grupo, de una generación a otra”. De este concepto deducimos que la educación es consecuencia de la sociedad, y ésta, a su vez, de la educación, porque las sociedades humanas necesitan perpetuarse, por un lado conservando y transmitiendo las experiencias culturales funcionales, las formas de convivencia y de comportamiento dentro de una generación y de una generación a otra; y por otro, buscar el desarrollo mismo de la humanidad a través de los logros y avances culturales, científicos, tecnológicos, artísticos, etc.
 
John Dewey, por su parte, define la educación como “el método científico por el cual el hombre estudia el mundo, adquiere conocimientos y aplica los resultados de sus estudios y conocimientos a vivir una vida mejor”. El concepto está claro, pero no debemos perder de vista que el hombre-individuo forma parte de una sociedad a la que se debe y en la que le corresponde actuar positiva y adecuadamente para lograr su felicidad y la de los demás. El hombre no vive aisladamente; por lo tanto, una relación equilibrada HOMBRE-MUNDO u HOMBRE-SOCIEDAD exige, y así debe hacerlo, una auténtica “educación eficiente” que esté en continua dinamia y en permanentes observación e investigación. Es decir, la educación en su profundo y real significado requiere de una dialéctica constante, con objetivos claros, precisos y alcanzables.
 
Con todo lo anterior vemos que la educación es el proceso mediante el cual el ser humano crece y desarrolla sus potencialidades intrínsecas, sus capacidades intelectuales, físicas y morales para aprender a actuar en la realidad interior y circundante, de tal forma que pueda aportar al desarrollo de las capacidades, experiencias y recursos (científicos, culturales, tecnológicos, técnicos, etc.) y a la adquisición y práctica de valores, intensificando las facultades para resolver sus propios problemas y contribuir en la solución de los problemas y necesidades de los demás. En otras palabras, la educación es un proceso de organización y reorganización de capacidades, de construcción interior y transformación continua del individuo, en la búsqueda de la realización plena y satisfactoria de su dignidad como persona humana, en tanto ser individual y como parte de la comunidad que lo cobija.
 
Y es por esto que la educación se convierte en factor fundamental, en motor de la toma de conciencia de las masas o sectores populares; porque de su participación, de su accionar activo en la vida de las personas y de las comunidades depende en gran medida que las actuales y futuras generaciones adquieran una profunda y real conciencia de su situación para, basándose en los altos valores y principios de la humanidad, busquen: fortalecer las capacidades intrínsecas; justipreciar los valores de la sociedad en un ambiente de paz, solidaridad y justicia social. A la educación le corresponde abrir los canales necesarios para la construcción de las capacidades institucionales y organizacionales que posibiliten al hombre y a la mujer mirar objetivamente el mundo, analizar e interpretar los fenómenos que en él suceden y actuar en consecuencia.
 
Es papel de la educación formar un ser humano creativo en la solución de problemas, pero sobre todo darle las herramientas para que sea capaz de usar en provecho suyo y de la colectividad los productos de los nuevos saberes y tecnologías. El proceso educativo, en fin, debe dar a las personas la formación que permita valorar y amar profundamente su condición humana para que con criticidad, reflexión, sentido de pertenencia, esfuerzo y personalidad, se conviertan en los verdaderos y comprometidos gestores del cambio.
 
Por dicho, para que la educación logre cristalizar el cambio positivo que los pueblos requieren debe, en mi criterio, plantearse y alcanzar estos objetivos:
 
  • Fortalecer la conciencia y la organización de las clases dominadas.
 
  • Desarrollar y valorar la propia cultura de las comunidades y sectores populares.
 
  • Impulsar y defender la adquisición de una propia forma de conocer, pensar, actuar y comunicar en los sectores desposeídos.
 
  • Estimular la participación frontal, activa y democrática de los grupos de base en el cambio de una realidad de oprobio e inequidad por otra realidad en la que se eliminen las desigualdades sociales y se garantice un mejor nivel de vida para todos.
 
Es decir que para fomentar y promover una verdadera toma de conciencia y la movilización de las clases populares, la educación deberá incorporarse a la vida cotidiana del pueblo, a sus prácticas, a su organización, porque es imposible arribar a una concreción profunda de la realidad solo por medio de la reflexión pasiva y la discusión teórica alejadas de la práctica activa y comprometida. “La conciencia de clase se consigue a través de la organización y la movilización, y es en estas acciones que se expresa”.
 
 
 
Jorge Valverde León

TUS PENSAMIENTOS CONSTRUYEN TU ÉXITO

Tod@s queremos llevar una vida de éxito, prosperidad, abundancia en todos los sentidos; lo queremos con ansia, pero se nos hace difícil lograrlo. Anhelamos poseer ese auto fantástico de nuestros sueños, la casa grande y hermosa para la familia, el viaje de paseo más fabuloso alrededor del mundo y mil y una aspiraciones como estas.
 
Pero, ¿Las hemos conseguido? ¿Nos resulta fácil hacerlo?
 
Lamentablemente, para la mayoría de personas esos sueños se convierten en una quimera,  porque "cuando quieren algo" inmediatamente les surge la idea de su imposibilidad; esto es, bloquean su paso hacia la consecución de sus aspiraciones. Veamos cómo ocurre esto:
 
El ser humano está vinculado al universo integral; no somos seres aislados. Entre nuestro Yo Interior y el mundo exterior existe una comuninión, una comunicación. Nuestro cuerpo material es el medio que nos enlaza con el cosmos y nuestro Yo Interior; y éste último, a su vez, está conectado a lo divino, a lo mágico, a lo sobrenatural, a lo supremo.
 
En la interrelación entre el universo (llámese cosmos) y nuestro Yo Interior (la parte divina y creadora), se presentan tres estadíos que nos dan forma:
 
a.- El Consciente.- Este es el que nos permite comunicarnos con el ambiente circundante. En este se expresan los sentidos, y con estos las sensaciones que según Smirnov y Leontiev son: "...el reflejo de cualidades aisladas de los objetos y fenómenos del mundo material que actúan directamente sobre los órganos de los sentidos". Para Mario Rizzini, en su libro "Psicología", página 85, son "..impresiones recibidas por un órgano de los sentidos al ser excitados por agentes externos o internos; las sensaciones son los elementos más simples, son como átomos de conciencia".
 
El consciente es como un filtro que selecciona lo que debe pasar a no a nuestro verdadero interior.  Aquí  encontramos  la importancia fundamental del CONSCIENTE: de cada diálogo, de cada información, de cada enseñanza, de cada experiencia, va tomando lo que más lo ha impresionado y, si recuerda y  recalca continuamente el sentimiento producido (positivo o negativo), este será filtrado al Yo Interior.
 
Así pues, cuando el consciente ha dejado entrar y pasar lo negativo con mayor asiduidad y fuerza, esta negatividad se establece en el subconsciente.
 
b.- El Subconsciente.- Es el recipiente en el que se vierte la información que ha dejado pasar el consciente. Entonces, si conscientemente filtramos pensamientos negativos de miedo, odio, rencor, celos, envidia, temor al dinero, repulsa a determinadas personas o situaciones, miedo al éxito, etc., eso mismo es lo que estamos imprimiendo en nuestro subconsciente, y cuando esos pensamientos destructivos permanecen por mucho tiempo allí.....pasan al inconsciente.
 
c.- El Inconsciente.- "Es la fuente de donde emergen nuestros actos, nuestras respuestas; por lo tanto, todo lo que sale sale como entró: si entró frustración o basura, eso quedó archivado así y saldrá de igual forma". (Juan Villacís Villacís). Obviamente, ocurre lo mismo en el lado contrario, el de las cosas positivas: si entró amor, solidaridad, elevada autoestima, empatía, etc. eso es lo que saldrá cuando las circunstancias lo requieran.
 
Ahora, es importante saber y recordar que el inconsciente no es inteligente, no razona, simplemente responde y actúa; da todo lo que se le pide, pero sin seleccionar o filtrar. El inconsciente no sabe discernir entre qué es bueno y qué es malo, qué es pernicioso o benéfico para el individuo mismo, peor para los demás. "La suma de pensamientos y sentimientos que tiene el inconsciente forma, consecuentemente, el software o archivo general, con el cual enfrentamos, respondemos y resolvemos todo cuanto se nos pide o requiere". (Juan Villacís).
 
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Como hemos visto, todo lo que tenemos guardado en nuestro inconsciente nos hace actuar de determinada forma. Si tenemos guardados sentimientos y pensamientos negativos sobre algo, por más que la conciencia (el consciente) nos diga lo que nos conviene, nos determine claramente lo que queremos, si el inconsciente ha sido programado en contra de aquello que voluntariamente aspiramos, será el inconsciente el que al final triunfe.
 
Afortunadamente este "problema" tiene solución. Es verdad que esos bloqueos no se pueden borrar completamente del inconsciente, pero se pueden reemplazar mediante el pensamiento entrenado y orientado al éxito.
 
Lo que vivimos y experimentamos es nuestro propio concepto de las cosas. En otras palabras: construimos nuestro mundo según la forma en que pensamos. Camilo Cruz dice: "Tú sólo puedes actuar basado en aquello que más tienes en tu pensamiento y todo lo que piensas tenderá a hacerse realidad".
 
Piensa en la felicidad que te produciría por ejemplo comprarte o construir la casa de tus sueños; visualízala, visualízate habitando en ella, mantén ese pensamiento firme en tu mente, clávalo allí, regresa permanente a él con una fe inquebrantable, y verás que tu anhelo tarde o temprano se manifestará en el mundo material. Al fin y al cabo eres tú quien creas tu propio mundo exterior de acuerdo a la forma en que piensas. Esa es la clave mayor ¡Cambia tu forma de pensar, tu Yo Interior, y cambiarás tu mundo exterior porque "tal como es adentro, es afuera y no al contrario".