¿Alguna vez te ha sucedido que lo
que estabas pensando con intensidad se ha convertido en realidad? ¿Aquel carro,
aquella casa, ese negocio, tal persona han venido a tu vida porque tú estabas
concentrado en ello? Parecería que fuese un milagro. De la noche a la mañana
las cosas aparecen como por arte de magia, algo que al comienzo parecía
imposible simplemente se da.
No te has preguntado qué fue lo
que que hiciste para que esto se convierta en realidad. El secreto es una
técnica que da respuesta a todas esas preguntas; está basado en una ley básica,
se trata de la Ley
de Atracción y tiene sentido cuando explica que todo lo que nos rodea es porque
usted lo atrajo, aun aquellas cosas de las cuales se queja. Somos un poderoso
imán que constantemente atraemos personas, eventos, estilos de vida, felicidad
o sufrimiento con nuestros pensamientos. Todo lo que tenemos en mente adquiere
una forma corpórea.
¿CÓMO FUNCIONA? El pensamiento tiene una longitud de onda que puede
ser medida. Todo cuanto cruza por la mente envía una señal magnética que genera
una frecuencia. Las vibraciones positivas tienen una frecuencia alta y las
negativas una baja, por lo tanto, los pensamientos positivos son más poderosos
que los negativos. De manera que si deseas abundancia, imagínate viviendo en
abundancia, si deseas ser feliz en el amor, imagínate siendo feliz con la
persona que amas; es decir imagínate viviendo aquello que deseas con todas las fuerzas.
Por ejemplo, si quieres un auto ¿de qué color sería?.
SENTIRSE BIEN.- Los pensamientos generan constantemente
sentimientos. La rabia, angustia o frustración generan sentimientos de
infelicidad y estos, a su vez, atraen circunstancias negativas. ¿Cómo me siento
hoy?, ¿Qué es lo que estoy atrayendo ahora? ¡Me siento bien!, entonces se darán
situaciones favorables. La ley de atracción no observa la clase de pensamientos
que creamos, simplemente materializa lo que se tiene en mente. De ahí la necesidad de aprender a sentirse
bien y ser positivos, tratar de imaginarse acontecimientos agradables. Enfócate
en aquellas cosas que te generen felicidad. Lo que se piensa, lo que se siente
y lo que se manifiesta siempre está en correspondencia en cada momento, sin
excepción.
¿CÓMO APLICARLO?
Saber pedir: ¿Qué es lo que
realmente quiero en mi vida? ¿Cómo estoy y hacia dónde anhelo llegar? Mientras
más claros sean los deseos más rápido se manifestarán. Es importante sentirse
positivo y agradecido por la vida. A continuación explica tus peticiones; no
hay límite, los límites los pone uno mismo.
La respuesta: Todos los
requerimientos tienen su eco. La mayoría de veces no nos permitimos desear lo
que realmente queremos, porque no vemos el camino por el cual van a manifestarse,
pero en realidad no se necesita saber cómo se va a llevar a cabo. La mayoría de
emprendedores no sabían cómo se iban a cristalizar sus proyectos, lo que si
sabían es lo que aspiraban.
Recibir: Para recibir aquella
situación deseada hay que trabajar en ella. De nada sirve pedir mil maravillas
si no se mueven los pensamientos hacia esa consecución. Es fundamental programarse mentalmente. Si siempre estamos
negativos y pensamos negativo, negatividad es lo que recibiremos; si
transmitimos negatividad, tenlo por seguro que esa negatividad tuya afectará a
los otros, mucho más si la proyectas contra el objeto o persona con la que
tienes una relación. Es necesario permanecer positivo y seguro de que las cosas
se van a dar, no desesperarse y, sobre todo, tener paciencia que tarde o
temprano la energía regresa. Si sientes desesperación, miedo o rabia, tal vez
es un indicativo de que algo no está funcionando, de que realmente no te
encuentras alineado en mente, cuerpo y alma.